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Los Manglares: Protectores de Nuestras Costas

Si has leído nuestras publicaciones anteriores, habrás notado que siempre mencionamos la importancia que las especies o grupos de especies tienen en sus ecosistemas. Resulta que esos beneficios muchas veces se extienden a un beneficio hacia los seres humanos. A esto le denominamos servicios ecosistémicos. En esta nota te hablaremos un poco más sobre los servicios ecosistémicos y nos enfocaremos en aquellos que nos brindan los manglares.


Cuando sales a pasear a las playas de la costa norte o sur, y haces un recorrido en lancha por la desembocadura de un río o estero, puedes observar algunos árboles con raíces altas que sobresalen del agua. Estas raíces pertenecen a los árboles conocidos como mangles, y las aglomeraciones costeras de estos son denominadas manglares. Los manglares se caracterizan por habitar en aguas salobres. En estos ecosistemas habitan aves y una gran variedad de peces e invertebrados marinos (Figura 1). Además tienen un papel muy importante por los servicios ecosistémicos que nos brindan, incluyendo la disminución de la erosión costera y potencia la creciente expansión del ecoturismo en comunidades costeras.



Figura 1. En los últimos años el turismo ha tenido una creciente demanda asociada con los manglares, ya que en estos paisajes se puede desarrollar actividades como el avistamiento de aves. Los manglares que se observan se encuentran ubicados en el Estero Los Mapachines, Choluteca.


Los servicios ecosistémicos incluyen beneficios como producción de alimentos, materiales de construcción, medicamentos, regulación del microclima, prevención de enfermedades, provisión de suelos productivos y recursos de agua limpia, así como oportunidades paisajísticas para actividades recreativas y espirituales (Figura 2) (Tuan vo et al., 2012; Walters et al., 2008; Fickert, 2018).


Figura 2. Beneficios de los servicio ecosistémicos. Fuente: https://www.wwf.org.mx


Conocer el valor económico de un ecosistema y sus servicios es un punto importante de entender, ya que es el soporte de bienestar humano, sostenibilidad y equidad distributiva (Constanza, 2002). Debido al aumento de la población, presión económica y expansión urbana, los ecosistemas están siendo continuamente alterados, destruidos o transformados (Barbier, 2007; Méndoza-Gónzalez, 2012).



Los manglares son el enlace ecosistémico entre el medio marino y terrestre. Sus raíces aéreas participan en la estabilización de las costas y estuarios, protegiéndolos del aumento del nivel del mar, huracanes y erosión. Reducen además los efectos de tormentas e inundaciones manteniendo la calidad del agua; y soportan una amplia variedad de vida silvestre (Tuan vo et al., 2012). Al ser hábitat de una gran variedad de especies, participan en el ciclo de nutrientes y dinámica del carbono (Brander et al., 2012) (Figura 3). Agregado, los manglares proveen de insumos de tipo forestal y alimentos producto de la pesca.

Figura 3. Los manglares sirven de hábitat para muchas especies de peces, crustáceos y aves. Fotografía de San Lorenzo, Valle.


En cuanto a su función como hábitat para reproducción, desove y vivero de peces, Jaxion-Harm (2011) realizó un estudio en la Isla de Útila y Cayos Cochinos sobre la distribución de peces en tres tipos de hábitat, incluido el manglar. Los resultados obtenidos indican que algunas especies de peces de importancia comercial pasan su vida juvenil dentro del manglar como por ejemplo el pez loro rayado (Scarus iseri) el cual es esencial para el mantenimiento de los arrecifes de coral gracias a su función ecológica y el pargo (Lutjanus apodus) de importancia comercial para las comunidades que yacen en el lugar. Entre otros peces registrados fueron la mojarra (Gerreidae) y el pez mariposa (Chaetodontidae).


LOS MANGLARES COMO RESERVAS DE CARBONO



Los manglares como muchos otros ecosistemas se reconocen como reservorios y flujo de carbono, el cual tiene relación a los gases de efecto invernadero que generan el actual cambio climático. Los almacenes de carbono orgánico (CO) en los mangles, se encuentran en sus tallos, hojas y raíces (Kauf fman y Donato, 2012). El flujo de este carbono se da gracias a la caída y descomposición de la hojarasca de la cual se importa/exporta carbono orgánico por efecto de la hidrología (Dittmar et al., 2006).



Bhomia (2016) realiza un estudio en Honduras en el Golfo de Fonseca (Chismuyo, Isla de los pájaros, San Bernardo, San Lorenzo) y el Caribe (Tela e Islas De La Bahía), en el cual hace referencia a la importancia de los manglares como reservas de carbono. Al examinar las diferencias en almacenamiento de carbono de los manglares encontró que estas se asociaban a la superficie, estructura, clima y propiedades del suelo (salinidad, pH, etc). Sin embargo, esta captación de carbono por los manglares es vulnerable a pérdidas ocasionadas por intervención antropogénica y fenómenos naturales.


BREVE HISTORIA DE LOS MANGLARES EN HONDURAS


Catástrofes como el Huracán Mitch en 1998, han provocado la muerte del 97% de los manglares en la isla de Guanaja,(Fickert 2018). Este evento dio oportunidad a un experimento natural donde se estudió la capacidad de regeneración del bosque de mangle a través de monitoreo partiendo desde el año 2005. El análisis de detección de cambios muestra una fuerte alteración en raíces, troncos y hojas. Sin embargo, las yemas (parte de la planta donde se forman nuevas hojas) permanecieron intactas por lo que fue posible el rebrote de plántulas. Cabe mencionar que la regeneración de este tipo de ecosistemas puede ser influenciada positivamente por el apoyo de humanos. Fickert (2018), concluye que los manglares muestran un alto grado de resistencia y son capaces de regenerarse en tiempos cortos incluso después de disturbios fuertes.


En el otro extremo de nuestro país se investigaron los cambios de manglares del Golfo de Fonseca (departamentos de Choluteca y Valle) utilizando imágenes satelitales de los períodos 1985–1996, 1996–2002, y 2002-2013. Los resultados obtenidos indican que los manglares estaban más concentrados en áreas estrictamente administradas por las autoridades locales como “reservas naturales para la biodiversidad y conservación”. Este tipo de monitoreos es fundamental para la gestión de los recursos naturales de ecosistemas de manglar (Chen, et al., 2013).


Los estudios apuntan a que la pérdida de los bosques de mangle en Honduras es continua y acelerada debido al rápido desarrollo turístico, infraestructura y acuicultura en la costa del pacífico y el Caribe. De continuar con el deterioro de los bosques de mangle, estos lugares se verán afectados por la pérdida de los servicios ecosistémicos que proveen y que hemos repasado en esta ocasión (Bhomia, 2016; Canty, 2018; Chen, et al., 2013).


Sin embargo, se cuenta con instituciones trabajando para mejorar esta situación. Nordic Development Fund (NDF), es una institución conformado por 5 países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Noruega y Suecia) que está realizando proyectos de conservación en el país en las cuales se aborda la degradación y pérdida del manglar.


Por otro lado se exhorta a que se realicen esfuerzos coordinados entre el gobierno, empresa privada y organizaciones no gubernamentales para mejorar la gestión a favor de la conservación de los servicios ecosistémicos de los cuales depende el desarrollo sostenible.


El papel que juegan los ecosistemas de manglar como reservorios de carbono son claves, ya que influyen en la vida de otros organismos y de la comunidad en general.


Si te interesa conocer más acerca del ecosistema de manglar en Honduras puedes consultar la página: https://www.ndf.fi/news/conservation-mangrove-ecosystems-honduras



Nota por: Glenda Castillo, Bióloga



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LITERATURA CONSULTADA


Barbier, E.B., (2007). Valuing ecosystem services as productive inputs. Journal of Economic Policy 22, 177–229.


Bhomia, R. Y Kauffman, B. (2016). Ecosystem carbon stocks of mangrove forests along the Pacific and Caribbean coasts of Honduras. Wetlands Ecol Manage, 24:187–201.


Brander, L. Wagtendonk A. Hussain, S. McVittie, A. Verburg, P. Groot R. and Van der Ploeg. S. (2012). Ecosystem service values for mangroves in Southeast Asia: A meta-analysis and value transfer application. Ecosystem Services 1 62–69.


Canty, S. Preziosi, R. Rowntree J. (2018). Dichotomy of mangrove management: A review of research and policy in the Mesoamerican reef region. Ocean and Coastal Management 157, 40–49.

Chen, C. Son, N. Chang. N. Chen, C. Chang L. Valdez, M. Centeno G. Thompson, C. and Aceituno J. (2013).Multi-Decadal Mangrove Forest Change Detection and Prediction in Honduras, Central America, with Landsat Imagery and a Markov Chain Model Remote Sens. 5, 6408-6426;


Costanza, R., Farber, S., (2002). Introduction to the special issue on the dynamics and value of ecosystem services: integrating economic and ecological perspectives. Ecol. Econ. 41, 367–373.


Dittmar, T., N. Hertkorn, G. Kattner, and R. J. Lara. 2006. Mangroves, a major source of dissolved organic carbon to the oceans. Global Biogeochem. Cycles 20. GB1012.


Donato, D.C., Kauffman, J.B., Murdiyarso, D., Kurnianto, S., Stidham, M. and Kanninen, M. (2011). Mangroves among the most carbon-rich forests in the tropics. Nature Geoscience, 4,293–297.


Fickert,T. (2018). Better Resilient than Resistant—Regeneration Dynamics of Storm-Disturbed Mangrove Forests on the Bay Island of Guanaja (Honduras) during the First Two Decades after Hurricane Mitch (October 1998). Physical Geography.


Jaxion-Harm,J. James, S .and Speight,M. (2011). Distribution of fish in seagrass, mangroves and coral reefs: life-stage dependent habitat use in Honduras. Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 60 (2): 683-698.


Kauf fman, J. B. and Donato. 2012. Protocols for measurement, monitoring and reporting structure, biomass and carbon stocks in mangrove forest. Working Paper 86. Center for International Forestry Research (CIFOR). Bogor, Indonesia


Lee, S. Primavera, J. Dahdouh-Guebas, F. McKee5, K. Bosire J. Cannicci, s. Diele, K. Fromard, F. Koedam, N. Marchand, C .Mendelssohn, I. Mukherjee, N. and Record, S. (2014). Ecological role and services of tropical mangrove ecosystems: a reassessment Global Ecology and Biogeography, (Global Ecol. Biogeogr.) 23, 726–743


Mendoza-González, G. Martínez, M. Lithgow, D. Pérez-Maqueo, O. and Simonin, P. (2012). Land use change and its effects on the value of ecosystem services along the coast of the Gulf of Mexico. Ecological Economics 82, 23–32.


Tuan-vo, Q. Kuenzer, C. Minh vo, Q. Moder, F. and Oppelt N. (2012). Review of valuation methods for mangrove ecosystem services. Ecological Indicators 23, 431–446.


Walters, B. RÖnnbäck, P. Kovack, J. Crona, B. Hussain, S. Badola, R. Primavera, J. Barbier, E. Dahdouh-guebas, F. (2008).Ethnobiology, socio-economics and management of mangrove forests: A review. Aquatic Botany 89, 220–236.

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