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Coloración en Reptiles: una forma de comunicación

Desde muy temprana edad, los colores tienen un papel muy importante en nuestras vidas, los utilizamos, por ejemplo, para representar estados de ánimo o identificarnos con algo o alguien. Son básicamente otro lenguaje para nosotros. ¿Sabías que en la naturaleza los colores tienen aún mayor importancia? Si, la coloración funciona desde la atracción que sienten los insectos por determinados colores en las flores, la capacidad de los calamares y pulpos para mimetizarse con el fondo marino, o los ostentosos patrones que muestran las serpientes de coral para advertirnos de su peligro. Por lo anterior y debido a nuestra fascinación por esta magnificencia de la naturaleza, en Honduras Neotropical te hablaremos un poco sobre los colores haciendo énfasis en los reptiles.


Figura 1. Drymobius margaritiferus, esta serpiente muestra una gama muy amplia de colores.


Hasta mediados del siglo XX se desconocían las causas de la pigmentación (coloración) cambiante de algunas especies de peces, ranas (anfibios), y reptiles. Esto continuó así hasta que se descubrieron las células pigmentarias, conocidas ahora como cromatóforos. La percepción de los colores es un fenómeno complejo, la física a través de la óptica nos explica que existe una interacción entre la luz y las diminutas y sofisticadas estructuras que encontramos en la naturaleza.


La coloración en reptiles es bastante multifuncional, entre sus funciones más importantes son: evitar la depredación, la comunicación visual entre individuos y termorregulación (Boyer & Swierk, 2017). Lagartijas como Sceloporus hondurensis (Figura 2), son capaces de controlar su temperatura corporal gracias a su comportamiento y coloración. Aunque existe una gran variedad de patrones de coloración en reptiles cuyas funciones están mucho más allá de nuestra comprensión, estos continúan siendo estudiados en la actualidad.


Figura 2. Sceloporus hondurensis, esta lagartija nativa de Honduras es capaz de regular su temperatura debido a su coloración y conducta.


Hasta hace poco se creía que los diferentes patrones de coloración que observamos en los reptiles se producían únicamente por la contracción y dilatación de estructuras especializadas en los cromatóforos y que cada color era producto de un pigmento específico. Pero no es tan simple, los colores se producen por las interacciones complejas entre componentes estructurales y pigmentarios, para ser más exactos la coloración se produce por la reflexión y dispersión de la luz (coloración estructural) y también por absorción de la luz por pigmentos (coloración pigmentaria), ambas funcionando coordinadamente para que se produzcan todos los colores y patrones que observamos en la piel de los reptiles (Olsson et al., 2013).


Se han identificado 4 tipos principales de cromatóforos en la piel de los reptiles, los xantóforos, eritróforos, iridióforos y melanóforos (ver Figura 3). Los xantóforos y eritróforos son células pigmento capaces de absorber la luz, produciendo los colores en el rango de amarillo a rojo respectivamente. Los iridióforos son células reflectantes que poseen diminutos cristales que reflejan y dispersan la luz creando colores estructurales y los melanóforos contienen melanina que permite las combinaciones que originan las tonalidades más oscuras (Stuart-Fox & Moussalli, 2008).

Figura 3. Esquema que muestra el número, forma y tamaño de los cromatóforos y cómo sus combinaciones producen cinco coloraciones diferentes en la piel de algunas lagartijas = Iridióforos, X = Xantóforos y M = Melanóforos. Adaptado de Kuriyama et al. (2006).


Cada organismo posee una estructura única en cuanto a la distribución y tipo de cromatóforos en su piel, de eso depende los colores que refleja y la posibilidad de realizar cambios de coloración (Kuriyama et al., 2006). Es evidente la importancia de los colores para los reptiles en diferentes situaciones; como la vistosa papera gular de los pichetes bandera (Figura 4) para cortejar o mostrar territorialidad, o la capacidad de oscurecerse de algunas lagartijas para regular su temperatura o como respuesta ante algún estrés.


Figura 4. Papera gular de Anolis allisoni. Autor de foto: Omar Moreno.


En Honduras tenemos muchas especies de reptiles con colores majestuosos, desde los destellos tornasol de muchas serpientes y lagartijas hasta los intensos colores rojo, amarillo y negro que muestran las serpientes de coral. Si alguna vez has observado una serpiente en su medio ambiente, te habrás dado cuenta de que en la mayoría de las ocasiones los colores que poseen dificultan que las podamos observar, ya que es una forma efectiva de camuflaje, pero existen algunas excepciones, muchas especies del género Micrurus (Figura 5) que tienen patrones de coloración muy similares tanto en la cola como en la cabeza, y en caso de sentirse amenazadas realizan movimientos que generan un mimetismo que disuade a los depredadores (Bechtel, 1978).


Figura 5. Individuo de Micrurus (Elapidae).


En definitiva, podemos decir que los reptiles cuentan con una piel impresionante que les permite escoger entre esconderse o mostrar una serie de colores exuberantes para comunicarse. Y, además, les permite tener la destreza de controlar su temperatura en diferentes ambientes. En próximas notas estaremos profundizando más sobre este fascinante tema.


¿Quieres saber más sobre reptiles?, visita nuestra pestaña de “REPTILES” para encontrar más información. Agradecemos tu lectura y te esperamos en futuras publicaciones.



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Por: Denis Padilla Raudales, Biólogo


 

LITERATURA CONSULTADA


Bechtel, H. B. (1978). Color and Pattern in Snakes (Reptilia, Serpentes). Journal of Herpetology, 12(4), 521. https://doi.org/10.2307/1563357


Boyer, J. F. F., & Swierk, L. (2017). Rapid body color brightening is associated with exposure to a stressor in an-Anolis lizard. Canadian Journal of Zoology, 95(3), 213-219. https://doi.org/10.1139/cjz-2016-0200


Chaves, G., Porras, L.W. & Solórzano, a. 2013. Coleonyx mitratus. The IUCN red list of threatened species 2013: e.t203047a2759368. Http://dx.doi.org/10.2305/iucn.uk.2013-2.rlts.t203047a2759368.en


Flores-Villela, O., Townsend, J.H. & Wilson, L.D. 2013. Laemanctus longipes. The IUCN red list of threatened species 2013: e.t197492a2490065. Http://dx.doi.org/10.2305/iucn.uk.2013-2.rlts.t197492a2490065.en


Kuriyama, T., Miyaji, K., Sugimoto, M., & Hasegawa, M. (2006). Ultrastructure of the Dermal Chromatophores in a Lizard (Scincidae: Plestiodon latiscutatus) with Conspicuous Body and Tail Coloration. Zoological Science, 23(9), 793-799. https://doi.org/10.2108/zsj.23.793


Olsson, M., Stuart-Fox, D., & Ballen, C. (2013). Genetics and evolution of colour patterns in reptiles. Seminars in Cell & Developmental Biology, 24(6-7), 529-541. https://doi.org/10.1016/j.semcdb.2013.04.001


Stuart-Fox, D., & Moussalli, A. (2008). Selection for Social Signalling Drives the Evolution of Chameleon Colour Change. PLoS Biology, 6(1), e25. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.0060025





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