Dicen los mayas, que durante el equinoccio de primavera, la serpiente sagrada descenderá por la escalinata del templo de Kukulkán en Chichén Itzá para fertilizar la tierra…
Figura 1. Comparación entre una serpiente barba amarilla (Bothrops asper) y una culebra ojo de gato (Leptodeira septentrionalis). La mordida de la primera es mortalmente venenosa para el ser humano, la segunda es inofensiva. Sin embargo, ambas especies son asesinadas de la misma manera, en gran parte por la ignorancia y miedo de las personas. Fotografías por Luis Zúniga.
Es muy probable que durante el auge de la civilización maya, las serpientes no hayan tenido por qué temer. Lastimosamente, en la actualidad muchas personas les tienen fobia ya que son símbolo de temor y muerte, por lo que deciden matarlas. Hoy 16 de julio se celebra el Día Mundial de las Serpientes, y aprovechamos para recordarles a todos el importante rol que juegan estos organismos en la naturaleza y los beneficios que aportan a los seres humanos.
Todas las serpientes, sean venenosas o no, juega un rol en la red trófica como depredadores, regulando las poblaciones de otros organismos, en especial los roedores que tanto afectan los cultivos. Algunas serpientes no venenosas incluso pueden alimentarse de serpientes venenosas, lo cual aporta un beneficio al ser humano (Figura 2.).
Figura 2. Serpientes representante de la bella herpetofauna hondureña: Izquierda, boa rosada de los Cayos Cochinos hondureños (Boa constrictor imperator). Medio, falso támagas verde (Drymobius chloroticus), otra especie de bello color, por el cual es perseguida hasta la muerte. Derecha, uno de los tantos ejemplos de falso coral (Scaphiodonthophis annulatus) también estigmatizada por su parecido a una serpiente venenosa. Fotografías izquierda y medio por Luis Zúniga, fotografía derecha por Josue Bonilla.
A sus beneficios, podemos agregar que son una gran fuente de recursos para la medicina. De hecho, el símbolo de la medicina es la vara o bastón de Esculapio o Asclepio, el cual tiene una serpiente enrollada a su alrededor (Figura 3). A continuación, te contamos el porqué:
Este símbolo aparece en el siglo IX a.C y se compone de una vara (tronco), donde se enrosca una serpiente que exterioriza la cabeza, quedando separada y erguida. Según cuenta la leyenda, estando Esculapio en casa de Glauco, quien se encontraba mortalmente herido, apareció en ese momento en la habitación una serpiente y Esculapio la mató con su bastón; otra serpiente entró al aposento llevando en su boca unas hierbas con las que revivió a la serpiente muerta, poniéndosela en su boca. Emulando esto, Esculapio salva a Glauco de la muerte. Esculapio luego de su muerte fue inmortalizado, y se dio así inició al mito, siendo venerado en Atenas, Corinto y Pérgamo, ciudad natal del Galeno (Young et al., 2013).
Figura 3. Vara de Esculapio (Young et al., 2013) origen del símbolo de la medicina, que se puede apreciar entre otros lugares, en la bandera de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Homero cuenta en la Iláada que Esculapio existió en el siglo XII a. de C. y que vivió en Tesalia, donde fue guerrero y participó en la guerra de Troya junto con sus hijos Podaleiro y Macaón, también médicos, patrones de los internistas y de los cirujanos respectivamente (Young et al., 2013).
El símbolo de la vara de Esculapio con el paso del tiempo ha ido cambiando de acuerdo a las costumbres y creencias del hombre, según el momento histórico. Inicialmente se relacionaba más con la magia y el sortilegio que usaron los primeros médicos, pero que al separarse del estado sacerdotal, escogieron su propio símbolo que los identificara (Figura 3) (Young et al., 2013).
Tanto los mayas como los griegos sabían cosas que en la actualidad desconocemos, y sus motivos tenían para respetar y venerar a las majestuosas serpientes. Es por eso que este día se conmemora a estos escurridizos réptiles, para recordarnos la existencia de estas hermosas criaturas y el peligro que corren ellas y su hábitat.
Nota por:
Luis Zúniga, Biólogo hondureño..
Agradecemos al biólogo Josúe Bonilla por contribuir con fotografías para este post.
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LITERATURA CITADA
Young, Pablo, Finn, Bárbara C, Bruetman, Julio E, Cesaro Gelos, Jorge, & Trimarchi, Hernán. (2013). La vara de Esculapio, símbolo de la medicina. Revista médica de Chile, 141(9), 1197-1201. https://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872013000900013
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