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El Colibrí Esmeralda y su Importancia en el Valle de Agalta

Actualizado: 10 nov 2020

Anteriormente te hablamos sobre las generalidades del colibrí esmeralda hondureño, ahora nuestro enfoque es en una de las localidades de distribución más importante de la especie: el Valle de Agalta. Ubicado en el departamento de Olancho, este valle fue el escenario de una investigación que realizó FR (co-autora de esta nota), en colaboración con biólogos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y la Universidad Indiana de Pensilvania (EEUU) en donde el objetivo fue contribuir al conocimiento ecológico del Colibrí esmeralda hondureño y el Bosque Seco Tropical (BST). Durante esta investigación, el equipo vivió un año en San Esteban, Olancho en el Valle de Agalta. Este tiempo permitió el aprendizaje sobre el bosque seco tropical de este valle y sobre cómo el Colibrí habita este tipo de bosques (de qué se alimenta, cuándo se reproduce). Además se evaluó la relación de su abundancia con componentes de la vegetación que caracterizan el bosque seco.

El Valle de Agalta, puede considerarse un paisaje productivo con enfoque ganadero y el BST se encuentra en su mayoría en propiedades privadas. Los BST se caracterizan por su vegetación espinosa y decidua, ambas características que maximizan sus adaptaciones para climas secos y estacionales en donde el contraste entre la época seca y lluviosa son marcados (Slater Museum of Natural History, sin fecha). En el Valle de Agalta el BST, está compuesto de plantas jóvenes, generalmente de alturas bajas, debido a que las plantas del BST también son usadas en la zona por la comunidad, para proveer leña y madera para cercos de las propiedades. Por esta dinámica de su uso, las plantas que conforman el BST se aprecian en distintos tipos de comunidades con base a su composición de especies (las distintas especies que se encuentran juntas) y su etapa de sucesión que indica que tan avanzadas en crecimiento están las plantas (Figura 1). Se han estimado 316 especies de plantas entre árboles, arbustos, cactus, y hierbas. Algunas de las especies que se encuentran en el Valle de Agalta son endémicas a Honduras y se encuentran amenazadas (Ferrufino-Acosta et al., 2019).


Figura 1. Tomada de Ferrufino-Acosta et al. 2019. a-e distintas comunidades vegetales encontradas en el Valle de Agalta

El BST del Valle de Agalta es de importancia para el Colibrí Esmeralda hondureño porque se alimenta de fl (Figura 2: Ferrufino et al. en preparación). Entre estas especies se encuentra el cactus Opuntia hondurensis una especie endémica a Honduras.


Figura 2. Una de las especies que sirve de alimento para el Colibrí esmeralda hondureño en el Valle de Agalta, el cactus ‘Oreja de vaca’ – Opuntia hondurensis. Foto por: Fabiola Rodríguez, 2015.

El BST también es de importancia porque el Colibrí esmeralda hondureño se reproduce ahí. La época de reproducción no está completamente esclarecida pero en el Valle de Agalta, la mayoría de los nidos activos fueron encontrados de enero a marzo (Rodriguez et al., 2016). El Colibrí esmeralda hondureño usa especies características del BST para colocar sus nidos, incluyendo algunos cactus como nuestra Opuntia hondurensis (nopal hondureño). Los sitios que selecciona el Colibrí esmeralda hondureño para construir sus nidos son áreas de BST con vegetación espinosa y rodeada de vegetación arbustiva o con arbolillos de menor altura, con cactáceas y con cobertura de dosel variable (Rodríguez et al., no date). Además del desarrollo de los polluelos, el desarrollo de los volantones o juveniles también parece depender del BST.

Pero el estado de la población del Colibrí esmeralda hondureño en el Valle de Agalta no puede ser estudiado únicamente por su presencia o sus observaciones de anidación y alimentación. Para entender si el BST es un hábitat de calidad, los ecólogos o biólogos, deben cuantificar medidas que reflejan el desempeño de la especie. En el Valle de Agalta, se estudió la relación entre la abundancia del Colibrí esmeralda hondureño y características de la vegetación del BST en tres períodos de un año (Rodríguez et al., 2019): septiembre-diciembre, marzo-abril y junio-julio. En estos tres períodos se detectó la especie pero se observó que la fecha influyó sobre la probabilidad de detectar un individuo en un sitio, reflejando períodos en donde sería más fácil detectar Colibríes que otros (Figura 3). La probabilidad de detección nos ayuda a tomar en cuenta que cuando no observamos un individuo no significa automáticamente que no está ahí.

Figura 3. Tomado de Rodríguez et al. 2019, la probabilidad de detectar un Colibrí esmeralda hondureño en el Valle de Agalta, disminuye en algunas fechas, como las observadas después de su período de reproducción en marzo. *El día Juliano indica las fechas en secuencia: 1 de enero es el día 1 y 31 de diciembre es el día 365 en años no bisiestos. Fuente: Avian Conservation and Ecology.

No está claro cuál es el motivo de los cambios en detección, pero podría ser una indicación de su comportamiento: individuos en su período de reproducción y cortejo pueden movilizarse más, vocalizar más y hacerse más ‘visibles’. También podría reflejar dispersión o movimientos fuera de los sitios de estudio. La dispersión está relacionada a la búsqueda de recursos y los Colibríes podrían moverse entre sitios o hacia otros hábitats para subsistir, considerando aún más que el BST es un hábitat estacional en donde sus recursos cambian marcadamente.

En el BST del Valle de Agalta, la densidad de arbustos y la diversidad estructural de los cactus influyó de manera positiva sobre la abundancia del Colibrí esmeralda hondureño (Figura 4). Primero, la densidad de arbustos refleja la presencia de tallos de arbustos o plantas leñosas menores a 2 metros, por hectárea. En el gráfico (Figura 4; izquierda) indica que posiblemente exista un rango medio de arbustos que influyen sobre la abundancia de forma positiva. Esta relación no se pudo predecir con la misma estabilidad para todos los sitios, por ello se observa que las líneas grises que encapsulan el grado de confiabilidad del valor medio (línea azul) son bastante amplios.

Por otro lado, la diversidad estructural de cactus fue medida al unificar valores de alturas y presencia de distintas especies de cactus. En este estudio se indicó que se encontraron más Colibríes en donde la diversidad estructural de cactus tuvo una media de altura de 2.47 metros de altura, densidad de individuos por hectárea de 235 (tomando en cuenta cada individuo de todas las alturas sin importar su edad) y una riqueza de especies promedio de 2 especies (Figura 4; derecha). Recordemos que los cactus son utilizados por el Colibrí esmeralda hondureño para anidación y alimentación.


Figura 4. Tomado de Rodríguez et al. 2019, Izquierda: abundancia esperada del Colibrí esmeralda hondureño en el Valle de Agalta por sitio de acuerdo a los valores de densidad de tallos de arbustos/arbolillos menores a 2 metros. Derecha: abundancia esperada por sitio de acuerdo a los valores de diversidad estructural de cactus. Valores más altos indican presencias de cactus de mayor altura, mayor número de individuos y mayor riqueza de especies. Fuente: Avian Conservation and Ecology.

Aunque este estudio nos da una guía de la ecología de la especie (cómo utiliza su hábitat), la abundancia por sí sola tampoco puede indicarnos una imagen completa de la calidad del hábitat. Medidas como abundancia o densidad (número de individuos/área) pueden reflejar competencia entre individuos, en donde los individuos ‘exitosos’ pueden desplazar a otros y ocupar en menor cantidad espacios de mayor calidad (Van Horne, 1983). ¿Qué sigue?

Vías poco exploradas o sin explorar

Entre las lecciones aprendidas de la investigación en el Valle de Agalta quedan muchas preguntas y vías de investigación por recorrer. Aquí las plasmamos con el ánimo de motivar a investigadores y fomentar colaboraciones entre los que tienen intereses en la ecología del bosque seco y de los colibríes.

- Aprendimos sobre las plantas utilizadas como recurso de alimentación o anidación pero la importancia relativa de las distintas plantas como contribuyentes de energía permanece sin explorar.


- No conocemos qué influye sobre el éxito reproductivo, la productividad reproductiva o la cantidad de juveniles en relación con adultos (un índice utilizado como parámetro poblacional que nos ayuda a comprender el estado de conservación) y la eficacia biológica. La eficacia biológica se puede considerar como la “aspiración” de las especies al indicar su capacidad de dejar descendientes con su material genético. Es un componente muy importante de la biología evolutiva y la ecología de las especies (University of California Berkeley, sin fecha).


- Estas vías anteriores nos harán preguntarnos si estos patrones los podríamos ver a distintas escalas. En esta nota, compartimos resultados de una localidad - el Valle de Agalta. Pero el Colibrí esmeralda hondureño se encuentra en otros valles en donde no se encuentra interactuando con las mismas especies o tipos de hábitat. Por ello, los esfuerzos de su estudio deben de ser colaborativos para que se pueda obtener conocimiento al nivel de su distribución nacional.


- Se estima que la especie está en declive con base a que la deforestación es un hecho en Honduras y uno de sus hábitats, el BST es uno de los más amenazados y menos representados en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Honduras. No contamos con estimados de las dinámicas poblacionales con base a conteos a través del tiempo que permitan estimar tendencias.


- Otras disciplinas también nos brindarían un conocimiento más adecuado de su estado de conservación para lograr determinar cuáles y cuántas son las poblaciones que existen del Colibrí esmeralda hondureño. Para ello, se requerirán estudios sobre la genética de poblaciones. Si existiese conectividad y flujo genético entre los distintos valles en donde se encuentra el Colibrí esmeralda hondureño, observando el mapa en la figura 3 vemos que existen grupos más aislados, ¿qué factores facilitan dicho flujo entre poblaciones que se encuentran más cercanas entre sí como las de la zona occidental?, ¿Funcionan los ríos que se observan, como un facilitador?

Estas son algunas de las vías de investigación y aprendizaje que resaltamos con base a las experiencias que tenemos con la especie. Sin embargo, puede haber otras preguntas específicas. Al no contar con muchos de estos datos el estado de su conservación se determina con la información disponible. Claramente, esto no significa que debamos esperar a contar con todo el conocimiento para conservar al Colibrí esmeralda hondureño y el BST. Al contrario, cada vez que aprendemos más, podemos adaptar o modificar nuestras acciones como propietarios de fincas, como miembros de la comunidad o como miembros de instituciones gubernamentales. Recordemos que es la única especie de ave endémica de Honduras, vive en un hábitat excepcional y debemos aprender más sobre ella para poder conservarla.

Honduras Neotropical quiere agradecer a Msc. Fabiola Rodríguez y Lic. Mayron Mejía por ser los autores de esta nota.

Fotografía de portada: Marvin Paz I macaulaylibrary

Información Autores:


Fabiola Rodríguez

Candidata doctoral (Ecología y Biología Evolutiva -Universidad de Tulane) Miembro Comité Científico (Asociación Hondureña de Ornitología)

fabiola.rodriguezv@gmail.com

Twitter: @RodriguezvFabi

Mayron McKewy Mejía

Miembro y Coordinador de Comité Científico (Asociación Hondureña de Ornitología)

mayronmmejia@gmail.com

Twitter: @MayronMcK Síguenos en nuestras redes:


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LITERARURA CONSULTADA

Avian Conservation and Ecology 14(1):3. https://doi.org/10.5751/ACE-01321-140103

Ferrufino-Acosta, L., Cruz, S. Y., Mejía-Ordóñez, T., Rodríguez, F., Escoto, D., Sarmiento, E. y Larkin, J. L. (2019). Composición, estructura y diversidad florística del bosque seco en el Valle de Agalta, Honduras. Madera y Bosques, 25(2), e2521635. doi: 10.21829/myb.2019.2521635


Van Horne, B. (1983). Density as a misleading indicator of habitat quality. The Journal of Wildlife Management, 47(4), 893–901.

Lawrence, G. N. (1867). Descriptions of five new species of Central American birds. Proc. Acad. Nat. Sci. Philadelphia, 19, 232–234.

Rodríguez, F., Escoto, D., Mejía-Ordóñez, T., Ferrufino-Acosta, L., Cruz, S. Y. y Larkin, J. L. (2016). Notas sobre anidación y cuidado maternal del Colibrí Esmeralda Hondureño (Amazilia luciae) en el Valle de Agalta, Honduras. Ornitologia Neotropical, 27, 237–246.

Rodríguez, F., Escoto, D., Mejía-Ordóñez, T., Ferrufino-Acosta, L., Cruz, S. Y., Duchamp, J. E. y Larkin, J. L. (2019). Influence of microhabitat on Honduran Emerald (Amazilia luciae) abundance in tropical dry forest remnants. Avian Conservation and Ecology, 14(1), p. 3.

Rodríguez, F., Escoto, D., Mejía-Ordóñez, T., Ferrufino-Acosta, L., Cruz, S. Y., Duchamp, J. E. y Larkin, J. L. (en prensa) Nest site characteristics of the Honduran Emerald hummingbird (Amazilia luciae). The Wilson Journal of Ornithology.

Slater Museum of Natural History (s.f.). Tropical Dry Forest, Slater Museum of Natural History. Recuperado de: https://www.pugetsound.edu/academics/academic-resources/slater-museum/biodiversity-resources/world-biomes/characteristics-of-bioclimatic/tropical-dry-forest/.

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